Casas
En Moscú, por lo que pude ver, está empezando a llegar un poco de variación, aunque la mayoría de los barrios aún están constituidos por los bloques de pisos feos y uniformes de la época soviética.
Hablaré, sin embargo, de Ulyanovsk, porque allí si estuve en bastantes pisos.
El entorno de los edificios, como ya comenté, es estupendo. Manzanas de casas rodeadas de árboles con una especie de patio central, lleno de vegetación, y con algunos chismes para los críos. Pero cuando entras en los edificios ya no es tan estupendo.
Las escaleras son todas iguales, mal iluminadas, con ascensores siempre iguales, que por cierto huelen fatal y están bastante hechos polvo.
Los edificios suelen ser muy altos, aunque hay algunas zonas en las que predominan los bloques de cinco pisos. Al parecer estos últimos datan de la época de Jruchov y son de peor calidad que los de los bloques altos.
Puedes ir de visita a diez casas diferentes y encontrarte con que hay tres estructuras que se repiten, La de casa de mi familia consta de dos habitaciones, aseo, wc, cocina y balconcito cubierto. Allí el número de habitaciones es el número de espacios, nada de comedor o salón a parte como aquí. En la gran mayoría de las casas el comedor por la noche se convierte en la habitación de algunos miembros de la familia.
Los aseos contienen la bañera, y una pica de lavabo, quedando poco espacio para más, quizás alguna estantería o una lavadora pequeña (en los grandes almacenes es muy habitual encontrar lavadoras pequeñitas, de esas de plástico, y las vi en algunas casas, si bien mi suegra tiene una automática como la nuestra), y los wc son cubículos mínimos que tan sólo contienen la taza del váter, por añadidura pequeña, y casi siempre de esas que en el interior tiene esa especie de escaloncito.
El siguiente modelo de vivienda, es de tres habitaciones, y creo que hay uno de cuatro, aunque no ví ninguno. En la época soviética, si a una familia no le tocaba un piso con mas de dos habitaciones, pues mala suerte, tenían que vivir todos en esas dos. De hecho las casas con mas habitaciones tocaban a familias bastante numerosas, pero esto no era una regla fija, porque a veces una familia de seis miembros podía pasar toda una vida esperando que les tocara una de tres habitaciones sin conseguirlo.
Según me contó Sergio hay otro tipo de viviendas, de la época de Stalin, con los techos más altos y un poco más grandes, pero hay muchas menos.
En todo caso, las casas de muchos pisos tienen esos tres modelos, y las de la época de Jruchov, otro par, más o menos, de modo que a un europeo le sorprende muchísimo ir de visita a diez casas y encontrar que todas se parecen terriblemente, cuando no son completamente iguales. La ventaja es que vayas a donde vayas siempre sabes donde está el baño ;).
Las cocinas, eso sí, tienen enormes ventanas que las convierten en un lugar bien iluminado y acogedor, invariablemente provisto de una mesa, y lugar de reunión de toda la familia alrededor de las comidas, o simplemente del te, que por cierto consumen a cualquier hora y con cualquier pretexto.
Actualmente muchas parejas viven con los padres de él o de ella, lo cual si bien por una parte facilita la vida a las jóvenes madres, porque las abuelas las ayudan y cuidan de sus hijos si ellas van a trabajar, por otro lado es un obstáculo importantísimo para la convivencia de la pareja. La gente se separa mucho más que aquí, y sin duda ese es uno de los motivos.
El verdadero problema es, yo diría, la falta de intimidad y la mala calidad de algunas viviendas.
Ni que decir tiene que los hombres son a la vez pintores-carpinteros-albañiles-electricistas y lampistas. Cada familia se pone sus techos falsos, empapela o pinta, arregla un grifo estropeado, se coloca un calentador eléctrico (incluida la instalación de las tuberías a través de la pared), cristales, marcos y aislamientos en ventanas, etc... sin llamar al técnico de turno.
En Ulyanovsk este año ya hay agua caliente en las casas durante todo el verano. Sergio se sorprendió gratamente, porque cuando él se marchó la cortaban más o menos en marzo-abril, y con el clima de Rusia, eso era realmente un problema que se hacía más grave en las casas donde había niños o ancianos. Algunas zonas empiezan, por cierto, a tener gas (hasta hace poco todas las cocinas eran eléctricas, y también los calentadores de agua privados).
Por supuesto todas las casas tienen calefacción en invierno, incluso en las escaleras. Hay unas centrales calefactoras que abastecen pequeñas zonas, y a su vez son abastecidas por una central mayor que abastece a un barrio o un distrito.
Las casas están empapeladas, con esos papeles pintados de cenefas barrocas que se llevaron tanto en España hará unos cuarenta años. Y de veras que tanto ornamento hace parecer las casas aún más claustrofóbicas.
Los muebles son completamente setentones y oscuros en la mayoría de los casos, si bien algunas parejas jóvenes empiezan a colocar detalles en las casas que las hacen un poco más claras y personales, y en el caso de algunas personas de posición económica un poco mejor encontré incluso cocinas amuebladas muy a la europea.
Cuidado que no quiero decir con eso que lo europeo sea mejor.
Lo que ocurre es que la uniformidad (incluso en los muebles), una cierta oscuridad en algunas casas, y el hecho de tener que compartir espacios bastante pequeños entre muchas personas, crea unos ambientes especialmente favorables para las convivencias difíciles, las represiones de carácter y una cierta desesperanza.
No deja de ser curioso ver que la personalidad o el status de una familia no puede ni tan sólo entreverse hasta que traspasas el umbral del apartamento, dado que las escaleras y los ascensores comparten el olor a orines, la oscuridad y la decrepitud en todas partes.
Ví casas más luminosas y felices que otras, quizás por contar con un poco más de espacio, o porque sus habitantes están haciendo lo posible para crear un ambiente más agradable, para modernizar, y dar personalidad a sus viviendas. Incluso estuve en una casa en la que una chica vivía sola en un piso de dos habitaciones.
Actualmente los pisos de la época comunista se están privatizando. Precisamente Sergio fue para privatizar la vivienda de sus padres, ya que para esa gestión es necesario que firmen todos los que han estado empadronados en la casa en los últimos diez años.
En algunas zonas de Ulyanovsk la gente habita en casitas de madera con techos de plancha metálica, de una sola planta. No tuve la oportunidad de ver ninguna por dentro, pero por lo que me informó Sergio se que esas casas, si bien sin duda son algo menos claustrofóbicas aunque sólo sea por el pequeño jardín o huerto que suele rodearlas, son muy difíciles de mantener, especialmente en invierno. Siempre tienes que estar reparando goteras en el techo o desperfectos en la madera, causados por la humedad, tienes que abrir el camino en el jardín a palazos para despejarlo de nieve y poder entrar y salir...por lo visto exigen un esfuerzo extra bastante agotador.
También ví algunas viviendas unifamiliares de construcción muy reciente (muchas aún están en obras), grandes y hermosas, parecían lujosas torres de las que aquí vemos a veces en las urbanizaciones de veraneo de gente bien. Lo más probable es que pertenezcan, la mayoría de las veces, a los que se ha dado en llamar los rusos nuevos. Son los mismos que llevan grandes coches japoneses por Ulyanovsk, enorme cadena de oro al cuello, dan un tipo muy concreto, a saber, a menudo están relacionados con la mafia.
Hay otras viviendas de madera, en las afueras de la ciudad normalmente, o en el campo, llamadas dachas, que algunas personas han empezado a usar como residencia de veraneo.
También me llevé alguna sorpresa, como cuando ví la casa del párroco de una iglesia de cierta importancia. Era una verdadera mansión, me quedé de piedra. No pude fotografiarla porque entre el alto cercado y la bien cuidada hiedra que lo cubría todo, en la foto apenas si se hubieran visto sombras.
Resumiendo, diría que las viviendas son habitables, pero invariablemente viejas, excesivamente uniformes, en demasiados casos muy pequeñas, y en todos los casos provistas de escaleras y ascensores penosos.
Como se las arreglan los rusos con estas condiciones para luego resultar los anfitriones más hospitalarios que he conocido nunca, es un secreto que ellos sin duda poseen, pero es la verdad.
No puedo dejar de comentar que en casa de Sergio, donde pasé dos semanas, en las dos habitaciones, con sus padres, casi cada día nuestros dos sobrinos (a los que cuida la abuela mientras los padres están trabajando), su hermana, e incluso un tío que se ha ido a vivir a su lugar de origen (los Urales) y vino a pasar unos días, más las visitas, una servidora, europeita y bien acostumbrada ella, se puso varias veces de los nervios porque no tenía donde meterse simplemente a dormir o descansar, a leer un libro sin molestar ni ser molestada, a usar el ordenador sin que hubiera cola. Ni siquiera podía estar tranquila en el claustrofóbico wc, que para colmo estaba justo al lado de la cocina, ni en el baño, que a la vez era lavadero (en todas las casas disponen de una especie de placa de travesaños de madera con patas plegables que parece un trineo de niños, que se cuelga de la bañera y hace las veces de lavadero). Ya no hablemos de mantener relaciones sexuales en estas condiciones, porque es harto complicado. Y cuando una mañana le dije a Sergio desesperada lo nerviosa que me estaba poniendo porque la mitad del tiempo no sabía donde meterme, me miró con cierta impotencia y me respondió: Es que aquí es normal vivir así.
Imágenes
Al capítulo cinco del viaje
Moonsa alunizó el 15 de Agosto 2005 a las 07:15 PM
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