30 de Noviembre 2004

Ni que me maten

sombra.jpg

Aparcó el coche en el callejón, como casi todos los días y caminó unos metros hasta la verja cerrada.
Allí se detuvo, mirando como embobada las luces que provenían de la calle que veía entre las rejas. Tenía que comprar algo en Schlecker, y llevaba tres días intentado acordarse de aquello.
Se quedó parada, pensando, escaneando mentalmente el interior de su cuarto de baño y de su cocina, los lugares donde era más probable que necesitara algún artículo de Schlecker. Nada. ¡Ah! Había olvidado el lavadero. “Lejía tengo, suavizante, también, jabón líquido también, en polvo ....”.
¿Qué podía ser lo suficientemente importante como para haber pensado hacía tres días que tenía que ir a comprarlo, y lo bastante prescindible como para que después de tres días no lo recordara ni notara su falta?
Se sentía sumamente irritada con este fallo de su memoria, normalmente más que eficaz.
“Es que no me acuerdo ni que me maten” masculló molesta poniendo las llaves en la cerradura de la verja.
- Quieta
La voz, fría y oscurecida probablemente por algún embozo, procedía de su espalda, mientras que algo helado y duro se encajaba en sus costillas haciéndole sentir una oleada de miedo y ganas de vomitar.
Se quedó parada, como congelada.
- ¿Qué quieres? No tengo dinero...- balbuceó torpemente mientras su cabeza buscaba una escapatoria a aquella situación.
La voz no volvió a hablar, pero una mano la agarró por el brazo izquierdo y la llevó hacia atrás mientras aquella cosa helada y dura se hundía más en su jersey y en su carne. Movió un poco el cuello que se le había quedado agarrotado, intentando obligarse a vencer el miedo y a pensar con claridad.
- ¡Quieta! – esta vez el tono era más imperioso y los dedos desconocidos se hundieron en la carne de su brazo como garras.
- Ni se te ocurra volverte – siguió la voz. Y la fuerte mano que la atenazaba la llevó con cuidado hasta la pared del fondo del callejón, y allí la acercó hasta que su nariz quedó rozando los ladrillos de aquella fábrica desmantelada.
- ¿Qué....quieres? – musitó ella, intentando aparentar seguridad.
- Que me lo digas – la voz del desconocido era dura y categórica.
- ¿El qué? – el desconcierto la embargó y de repente se le ocurrió pensar que aquello era un terrible error, que aquel desconocido la confundía con alguien.
- Lo que tienes que comprar en el Schlecker – la voz del hombre sonó entre dientes, y se le clavó en la espalda como un puñal, en tanto que el cañón de lo que ahora ya reconocía como una pistola se movía en una desagradable caricia arriba y abajo de su costado.
Cerró los ojos confiando en que al abrirlos se despertaría de una pesadilla alucinante, pero no sirvió de nada.
Al abrirlos seguía firmemente sujeta contra la pared de rojos ladrillos, su foulard había caído al suelo y podía verlo de refilón entre sus pies. Y las caricias en el costado habían cesado para volver a la presión constante y decidida sobre las costillas. El desconocido le estaba hablando:
- No tienes mucho tiempo. Si no me lo dices voy a matarte.
Sintió que su rostro enrojecía y una náusea profunda viajaba desde su estómago hasta su cabeza haciendo que casi perdiera el equilibrio.
“Esto es una broma, es absurdo, no estoy aquí, no puede ser...” sus pensamientos eran caóticos.
- No lo recuerdo...- se oyó musitar a si misma como si fuera otra persona quien hablara por ella.
- Hazlo, recuerda. Y rápido, o te mato – la voz de él era profunda y sonaba como en un tremendo stacatto que se le metía dolorosamente en el cerebro a cada sílaba. Empezó a sudar. ¿Qué demonios estaba pasando?. Y a la vez, casi sin darse cuenta, empezó a buscar otra vez entre sus recuerdos cual era la maldita cosa que tenía que comprar. Pero no la encontraba.
- Diez...
- ¡No puedo recordarlo! – gritó completamente histérica
- Hazlo – y el cañón de la pistola se hundió entre sus costillas hasta hacerla chillar.
- ¡Socorro!- aulló entonces pensando que la gente de los balcones cercanos tenía que oírla. Pero no hubo ninguna reacción, salvo una especie de risita suspirada que provenía del desconocido, apenas audible bajo lo que fuera que le tapaba la boca.
- Nueve...
- ¡Suéltame! ¿Estás loco? ¡SOCORRO!
Ella gritaba a todo pulmón, viendo que él no se lo impedía. Llegó un momento en que no sabía ni lo que estaba gritando, sólo intentaba llamar la atención de alguien y tapar aquel sonido tan desagradable que desgranaba inexorablemente la cuenta atrás.
- Cero.
- NOOOOOOOOOOOOOOO!
Se oyó un ruido seco y sordo.
El hombre la depositó en el suelo con cuidado y se quedó mirándola largamente.
- Idiota...- musitó.
La sangre empapaba el costado de la mujer y sus ojos desconcertados miraban sin ver el pedazo de cielo que se recortaba en lo alto del callejón.
- Debí hacerle caso esta vez ...– musitó el hombre compungido. Y desapareció.

Imagen: Archivo (retocada por Moonsa)
Escuchando: "Winter wine" Caravan ("In the land of grey and pink")


Moonsa alunizó el 30 de Noviembre 2004 a las 04:01 PM | TrackBack
Comentarios

Y entonces, desperto aterrada por la pesadilla que acababa de vivir...

Escrito por Manel a las 30 de Noviembre 2004 a las 10:21 PM

Pero, pero, pero... No me lo puedo creer, si ya me veía en la imagen de la chica, tratando de recordar las cosas que siempre se me olvidan comprar en el Schleker, y... No me lo puedo creer, pero si la has matado!! Ais, que nos vas a revolucionar todo el espacio blogueril!!
Maravilloso relato (ficción, no? :p)

Petons

Escrito por Marta a las 30 de Noviembre 2004 a las 10:58 PM

Manel lamento informarte de que está muerta de veras :D
Marta si es ficción, pero la inspiración viene de algo que tengo que comprar en el Schlecker desde el sábado, y no recuerdo "ni que me maten". Ayer al aparcar el coche en el callejón, se me ocurrió la ida de olla :D

Escrito por Moonsa a las 30 de Noviembre 2004 a las 11:42 PM

¿Salfumant? Y nos desacemos del cuerpo...

Escrito por Manel a las 1 de Diciembre 2004 a las 12:14 AM

Es que esos almacenes tienen a un relaciones públicas muy expeditivo. ;-)
Besos!

Escrito por odyseo a las 1 de Diciembre 2004 a las 11:44 AM

Pasmao.
No he estado nunca comprando en Schlecker, pero si alguna vez voy me apuntaré todo, por si acaso.
jo, qué alucine.
Muy bien escrito, Moonsa.
(Sigo acojonado, glup)

Escrito por Pedro Glup a las 1 de Diciembre 2004 a las 12:09 PM

Vaya vaya!!! Qué terrorífico :P

Me ha encantado :D

Dark kisses

Escrito por lua a las 1 de Diciembre 2004 a las 12:53 PM

Jolines!, pero que no acordarse de haber comrado el chalequín antibalas. ¿Porque era eso, no? Lo que tenía que comprar, bueno supongo...

Escrito por khandika a las 1 de Diciembre 2004 a las 08:34 PM

O_O Prometo que nunca más se me olvidará lo que tengo que comprar O_O
Petonets maca ;)!

Escrito por Lyzzie a las 1 de Diciembre 2004 a las 09:14 PM

Se me olvidó que ayer olvidé poner un comentario porque también olvidé lo gracieta que iba a comentar de tan mala que era...Er... vale, olvídalo.

Escrito por Ike Janacek a las 2 de Diciembre 2004 a las 03:46 AM

El dia que vaig llegir el teu post no vaig deixar cap comentari, però vaig riure molt, ahir no vaig riure gens quant vaig pasar per la porta de el citat comerç i vaig recordar que necesitaba algo i no sabia que era!!!
i a sobre era fosc ja i no hi habia gent pel carrer.....quin giñe!!!

Escrito por Morgia a las 5 de Diciembre 2004 a las 10:42 AM

Ufff... per fi he aconseguit llegir el teu blog! (els follets informàtics em jugaven males passades i no hi havia manera)

Ostres, quin yuyu ara quan vagi a l'Schlecker i em quedi com sempre, o sigui plantat com un estaquirot allí al mig pensant "em deixo alguna cosa, segur que em deixo alguna cosa..." ;-)

Escrito por martí a las 5 de Diciembre 2004 a las 04:58 PM

Con lo miedica que soy...espero no olvidarme de las cosas...ay, ay, ay...

Escrito por Erin a las 6 de Diciembre 2004 a las 03:51 PM

ponemos el cadaver en cal viva i nos olvidamos. qué te parece?

Escrito por jaimito a las 6 de Diciembre 2004 a las 05:22 PM

ahhh ya sería cadáver putrefacto hace rato.
por cierto.. ¿venden fósforo -vitaminas para el cerebro- en ese lugar?
mándame unas cajas, creo que a nombre de Mon.
jeje.
besotessss increíble.

Escrito por Mon a las 7 de Diciembre 2004 a las 08:05 AM

Glus..!! mmm.... y a mí que no me gusta hacer listas y claro siempre se me olvida algo... creo que solo me quedan dos opciones después de leerte.. :S Muy bueno Moonsa :) Besitos

Escrito por Brisa a las 7 de Diciembre 2004 a las 11:26 AM

Preciosa historia y fantástica ilustraión. Si es que deberías escribir más...

Escrito por Bo Peep a las 8 de Diciembre 2004 a las 04:48 PM

Ja, ja, ja... buenísimo cuento!
Divinamente escrito.
Y da que pensar (como las buenas historias...)
Enhorabuena,

Saf ;-))

Escrito por Saf a las 8 de Diciembre 2004 a las 09:41 PM

guauuuuuuuu... me has dejado... asi.. como me ves... que historia!
me encantó!

besitos grandes y besitos chicos...
Gaby

Escrito por Gabriela a las 9 de Diciembre 2004 a las 03:22 PM

Bueno amiga ¿y ahora qué viene?

Escrito por khandika a las 11 de Diciembre 2004 a las 01:37 AM

Gracias a todos por los piropos y no me cojáis ahora paranoia con la empresa esa, no me vengan a buscar los alemanes... :D
Dos cositas, a Bo Peep que aunque me duela reconocerlo, no escribo más porque me da pereza demasiado a menudo... y a khandika que el siguiente post está servido ;)
Besos :***

Escrito por Moonsa a las 12 de Diciembre 2004 a las 01:54 AM

Jajajaaaaaa ha estat boníssim, si es que de vegades no en som conscients del que diem!!!
No, en serio que me sap greu per la morta, jeje, pero he rigut molt :P
bEsadesssss ninaaaa

Escrito por Turandot a las 18 de Diciembre 2004 a las 04:40 AM
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